A sus 25 años, Járison es un joven emprendedor con un fin claro en su vida: hacer que la educación sea el eje principal no solo en su pueblo, ubicado en Chimaltenango, sino en cada rincón del país. Desde muy pequeño participó en organizaciones que promueven el empoderamiento de la juventud y liderazgo, además de volcar su vida a la enseñanza, principalmente de las personas más necesitadas.
Járison nació un 16 de noviembre de 1993 en La Antigua Guatemala, y desde pequeño tuvo la guía de sus padres quienes le inculcaron principios y valores éticos, cristianos, así como el amor por el bienestar del prójimo.
Inició la primaria a los 6 años y durante sus años de estudio siempre destacó como un alumno ejemplar, ocupando el cuadro de honor y haciéndose acreedor a condecoraciones municipales. En 2006 fue condecorado como juez por un día en el municipio, y en 2012 obtuvo el título de Maestro de Educación Primaria.
Su deseo de superación lo impulsó a continuar con sus estudios, y en 2016 alcanzó el grado académico de Técnico en Administración de Empresas en la Universidad Galileo.
Durante esos años de estudio, Járison mantuvo un sueño ferviente en su corazón: apoyar y ayudar a los más necesitados, por lo que empezó a buscar iniciativas que concordaran con su mayor ilusión.
Años más tarde se traslada a Santa Apolonia, Chimaltenango, donde se ha preocupado porque la educación sea un eje primordial para la población, sobretodo la educación en el nivel diversificado y la educación superior.
A finales de 2012 empezó a laborar como docente ad honorem en el Instituto Guatemalteco de Educación Radiofónica (IGER). Sus labores estaban relacionadas con personas adultas que cursaban grados de primaria y básicos durante los fines de semana. Poder apoyar a estas personas, quienes buscaban la manera de superarse a pesar de obstáculos o compromisos, lo motivó a seguir en la lucha por lograr que todos tengan acceso a educación de calidad.
En 2013, inicia como colaborador municipal en un Instituto Nacional, atendiendo a más de 300 jóvenes de escasos recursos en el área de computación. Este trabajo le permitió darse cuenta de la necesidad que atravesaba el municipio, por lo que tomó la decisión de actuar por los jóvenes que cada día arriesgaban su vida viajando a la cabecera departamental con la intención de profesionalizarse.
A mediados 2016, junto con el apoyo de sus padres y otras personas, inició uno de sus mayores deseos: fundar un establecimiento educativo que permitiera el desarrollo de su comunidad. Para noviembre de ese mismo año ya había reunido
todos los requerimientos necesarios. Y, finalmente, el 10 de noviembre de 2016 fue aprobado el Liceo Tecnológico Bilingüe «El Roble», que inició con cinco carreras para el nivel diversificado.
Sin embargo, su meta no culminaba allí. Járison deseaba que su establecimiento educativo pudiera tener acceso a educación en el nivel superior, por lo que hizo un acuerdo con la Universidad Rural de Guatemala que consistía en fundar una sede de dicha universidad en su pueblo. Las puertas se le abrieron inmediatamente y obtuvo 79 becas para el Profesorado de Educación Media.
Desde su fundación, el establecimiento educativo ha causado un impacto importante en el municipio. En 2018, amplió sus niveles y jornadas (primaria, básicos y plan fin de semana), y se creó el Centro de Estimulación para Niños con Necesidades Educativas Especiales y Niños en edad inicial.
El proyecto inició en 2017 con 29 alumnos y 6 docentes, pero actualmente cuenta con 89 estudiantes, de los cuales 58 estudian con media beca o beca completa, y 16 docentes quienes por su apoyo únicamente reciben un pequeño incentivo.
El sueño de Járison no ha culminado y espera algún día llegar a las comunidades más necesitadas de cada rincón del país, con la ilusión de extender las oportunidades de educación de calidad y contribuir con crear un mejor país.